Cómo perder el miedo escénico frente al público cubano

Hablar o actuar frente a otras personas puede ser una de las experiencias más retadoras para cualquier creador, músico, actor o comunicador. En Cuba, donde la gente suele ser expresiva, atenta y crítica, el miedo escénico puede sentirse aún más fuerte. Pero la buena noticia es que ese miedo no tiene que frenarte. En este artículo te explico cómo perder el miedo escénico frente al público cubano con técnicas simples y realistas que puedes aplicar desde hoy mismo.

Qué es realmente el miedo escénico

El miedo escénico es esa sensación de nervios, sudoración o inseguridad que aparece justo antes de enfrentarte a una audiencia. Puede ser en una presentación, una charla, una actuación o incluso cuando grabas un video. Es normal y le pasa a todos, incluso a los artistas con más experiencia.

Perder el miedo escénico frente al público cubano no significa eliminarlo del todo, sino aprender a controlarlo para que no te paralice. De hecho, un poco de nervio es bueno: te mantiene alerta y te ayuda a conectar mejor con el momento.

Por qué nos da miedo el público cubano

El público cubano tiene una energía especial. Es cálido, espontáneo y directo, pero también sabe cuándo algo no funciona. Eso puede generar presión. Muchos artistas sienten que deben gustar de inmediato o que no pueden equivocarse, y esa idea los bloquea.

La realidad es que el público cubano valora la autenticidad más que la perfección. Si te muestras sincero, si hablas desde lo que eres, la gente lo siente y te apoya. Perder el miedo escénico frente al público cubano pasa por entender eso: no estás compitiendo con nadie, estás compartiendo.

Entrena tu cuerpo y tu mente

El miedo escénico no solo vive en la cabeza, también en el cuerpo. Por eso, una de las formas más efectivas de controlarlo es a través de la práctica física. Aquí te dejo algunas técnicas que funcionan:

• Respira antes de empezar: Inhala profundo por la nariz y exhala lento por la boca. Hazlo tres veces antes de salir al escenario o encender la cámara.
• Mueve el cuerpo: Sacude los brazos, estira el cuello o da un pequeño salto. Liberar tensión ayuda a que tu energía fluya mejor.
• Ensaya en voz alta: No memorices palabra por palabra. Habla como si ya estuvieras frente al público cubano. Grábate y escucha tu tono, ritmo y pausas.

Mientras más te acostumbres a oírte y verte, menos te afectará hacerlo en público.

Conecta con tu mensaje, no con el miedo

Uno de los errores más comunes es concentrarse tanto en el miedo que se olvida el motivo por el cual estás ahí. Cuando hablas o actúas, lo importante no eres tú, sino lo que estás transmitiendo. Si conectas con tu mensaje, el miedo se disuelve poco a poco.

Piensa: ¿por qué estás haciendo esto? ¿Qué quieres que las personas sientan o aprendan? Esa claridad te da seguridad. Perder el miedo escénico frente al público cubano empieza con tener claro el propósito de tu presentación.

Aprende del público, no lo temas

El público cubano es muy participativo. Puede reírse, comentar o incluso hacerte una observación en medio de tu presentación. En vez de verlo como una amenaza, úsalo a tu favor. Si alguien hace un comentario, respóndelo con humor. Si se ríen, ríe con ellos. Si están callados, haz una pausa para recuperar su atención.

Cuando aprendes a fluir con el público, ese intercambio se vuelve parte del espectáculo. La gente no busca verte perfecto, busca verte real.

Convierte el error en parte del juego

Todos se equivocan: los actores, los músicos, los conferencistas… la diferencia está en cómo reaccionas. Si cometes un error, no lo escondas. Continúa, sonríe o improvisa. A veces un pequeño tropiezo puede generar empatía con el público.

Perder el miedo escénico frente al público cubano también es aceptar que el error no te quita valor, al contrario, te humaniza. Y el público cubano responde muy bien a eso.

Practica frente a personas de confianza

Antes de presentarte oficialmente, ensaya frente a amigos, familiares o colegas. Pídeles que te den su opinión sincera. Esto te ayudará a identificar qué partes te hacen sentir más inseguro y a pulir tu presencia.

Incluso puedes practicar con un pequeño grupo en tu comunidad o grabar tus presentaciones y compartirlas en redes sociales. Cada experiencia te fortalecerá. Y si decides publicar tus contenidos, recuerda que puedes recibir apoyo de tu audiencia con Boniatillo.org. Así conviertes tu crecimiento en una oportunidad real de sostener tu trabajo creativo.

Transforma los nervios en energía

Los nervios son energía, y tú decides qué hacer con ella. Si la bloqueas, se convierte en miedo. Si la canalizas, se transforma en entusiasmo. Antes de salir al escenario o frente a una cámara, piensa que no estás enfrentando al público cubano: estás compartiendo con él.

Imagina que hablas con un grupo de amigos. Mantén el contacto visual, sonríe, usa tus manos. La cercanía y la naturalidad son tus mejores herramientas.

La clave está en la práctica

Perder el miedo escénico frente al público cubano no se logra de un día para otro. Es cuestión de práctica, de exponerte poco a poco hasta que el escenario se sienta como un espacio natural. Cada vez que lo intentas, te acercas más a la seguridad que buscas.

Así que no esperes a sentirte “listo” para presentarte. Empieza con lo que tienes, donde estás, y deja que la experiencia te moldee. La confianza no se obtiene leyendo consejos, se gana haciéndolo una y otra vez.